ARA PACIS – El Altar de la Paz

A poquito que se excave en Roma aparecen restos arqueológicos. Así ha sido y será como se seguirán descubriendo joyas históricas en el subsuelo de la Città Eterna, como la denominó Hall Caine en su novela de 1900.

Y así fue como, tras casi dos mil años desaparecido, resurgió el Ara Pacis. El altar de la Paz que el Senado Romano dedicó a Augusto, primer emperador de Roma, en el año 9 a.C. para celebrar su regreso tras las victorias y “pacificación” de Hispania y Galia cuatro años antes.

Fragmentos del mismo, pero sin reconocerlos como tal, fueron hallados a lo largo del siglo XVI. No fue hasta mucho más tarde, a partir del XIX, que se identificaron y se intentó recuperar sin éxito por falta de medios.

Mussolini en visita al Ara Pacis

Las posteriores excavaciones se las debemos a Mussolini, quien empeñado en recobrar la gloria de Roma, y queriendo emular la grandeza del primer emperador, ordenó excavar bajo el Palazzo Fiano y rescatar el resto del altar para reconstruirlo con motivo de la celebración del 2000 aniversario de Augusto.

Es así como el Ara Pacis se reconstruye y se situa junto al rio Tiber, junto al Mausoleo de Augusto, presentándose al mundo el 23 de septiembre de 1938.

 

Busto de Augusto y árbol genealógico

Volviendo a tiempos imperiales, Cayo Julio Cesar Octaviano llegó al poder tras vencer a Marco Antonio y Cleopatra. Ya como emperador, Augusto quiso continuar con el proyecto urbanístico de su tío y padre adoptivo Julio Cesar, convirtiéndose así en impulsor de la arquitectura de Roma. Bajo su mandato y dirigido por su yerno Agripa, se mejoró toda la red de agua con varios acueductos, surgieron las primeras termas, el Teatro Marcelo, el Foro Augusto, el Panteón y su Mausoleo. Hizo de Roma una gran ciudad imperial, cuyos restos han perdurado hasta nuestros días, tal y como él mismo citó al final de su vida: “Encontré una ciudad de ladrillo y la reconvertí en mármol”.

 

Edificio de Richard Meier

Hoy, el Ara Pacis está protegido y custodiado bajo una moderna obra de Richard Meier, inaugurada en 2006. Según el mismo Meier, se respetaron las proporciones imperiales de la época, utilizando para su construcción mármol travertino, hormigón, y sobre todo cristal; una pared de vidrio de 45m de ancho x 12m de alto proporciona una separación transparente con la ribera del Tiber por un lado y el perímetro circular del Mausoleo Augusto por el otro.

 

Detalle aspecto policromado

 

 

Las líneas rectas, el color blanco y la luz predominan en este nuevo espacio, haciendo difícil imaginar el Ara Pacis policromado, lleno de colorido tal y como era originalmente. Para poder hacernos una idea, adjuntamos una recreación virtual de un minuto.

Para ampliar información, saber más sobre el Ara Pacis, su historia, representaciones y simbología, recomendamos ver el video de 10 minutos realizado por la Khan Academy en 2012 con subtítulos en español. Muy didáctico e instructivo.

Ci vediamo!

Escapada de fin de semana otoñal

 

 

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